Alcohol: Que No Arruine tus Fiestas.


Evita que el Alcohol 
Arruine tus Fiestas.

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Artículo publicado por diario La Voz del Interior en diciembre de 2014

Organizamos las fiestas de fin de año. Ya sea despedida entre amigos, fiestas familiares, o el típico asado con los compañeros de trabajo. Queremos que todo salga bien, que los amigos o familia se diviertan y que nada arruine la reunión. 

Entre las cosas que podemos prevenir, deberían estar los peligros relacionados con el abuso en el consumo de alcohol. No hay que abordar el tema sólo como una forma de cuidado que debemos tener sobre nosotros mismos. Hay que cambiar esa mirada egoísta, que no nos compromete con el bienestar del otro y pasar a una visión más solidaria, en la que la parte que a cada uno le toca del autocuidado y cuidado del otro pueda ejercerse sin el prurito de que “nos estamos metiendo en la vida de los demás”.
En el tema del tabaco dominó mucho tiempo esa cultura. ¿Nos acordamos cuando, estando
en un ambiente cerrado, nos daba vergüenza pedirle a alguien que apagara su cigarrillo porque nos molestaba? Parecía que hacer eso iba a invadir la intimidad del otro, o que quien se atrevía a pedirlo estaba sobreactuando o exagerando sus ganas de no aspirar humo ajeno.
Era como si el derecho a fumar y llenar el ambiente de un humo que al final aspiraban todos, era más fuerte que el derecho a defender un ambiente saludable y agradable. Sin embargo, se pudo cambiar. Ayudó la legislación, la información sobre el daño de la nicotina y, sobre todo, se impuso la idea de priorizar las conductas saludables sobre aquellas que generan riesgos. 
Con el consumo de alcohol debemos avanzar en el mismo sentido. Instalar una cultura del cuidado propio y del otro a fin de vivir mejor, minimizar riesgos, y cambiar hacia lo saludable, más allá de que mucha publicidad reme contra esta corriente, y creencias contrarias estén enraizadas con fuerza.

Recomendaciones
Cuida que los menores de 18 años no beban alcohol. Quien facilita el acceso al alcohol a menores de edad tiene la misma actitud inmoral e ilegal de quien le ofrece marihuana u otra
droga ilegal. Si bien es una realidad que la edad social en el inicio del consumo de alcohol antecede a la edad legal –porque así lo evidencia la epidemiología–, la tarea del adulto responsable es retrasar lo más que se pueda la experimentación inicial con la bebida, y de ninguna manera aprobar el consumo de alcohol en menores de edad.
Evita calmar tu sed con alcohol. Las fiestas suceden en un momento donde el clima es caluroso y por la deshidratación tenemos más necesidad de beber que en otras épocas del año. Es una mala idea en este contexto calmar la sed con alcohol. Si atendemos bien, la publicidad de la cerveza explota la invitación a satisfacer la sed con determinada marca de cerveza. Conviene ser crítico ante esta propuesta. Antes de beber o servir alcohol, entonces, es preferible tomar u ofrecer bebidas de otro tipo.
Evita abusos en la forma de servir alcohol. Si ponemos en un “trago largo” un sorberte, su contenido se consumirá más rápido.
Recuerda que el abuso de alcohol es una mezcla de por lo menos cuatro variables: características del bebedor, tiempo de consumo, graduación alcohólica de la bebida y cantidad. Sin sorbete se consume más lento, lo cual es mejor. Es mejor agregar hielo al vaso, pues eso reduce la cantidad de bebida de riesgo. 
Elige utilizar un tipo de vaso finito y alto. Da la sensación de que se bebe más que si el vaso es bajo y ancho, aunque tenga la misma cantidad de líquido. 
Y la regla principal: si se consume alcohol, que nadie beba con el estómago vacío, es importante comer algo antes y mientras se bebe, de esta manera los riesgos del alcohol disminuyen.
No mezcles bebidas alcohólicas, y mucho menos con las llamadas “energizantes” que en
realidad son bebidas estimulantes, pues es una mezcla que hará que vos y tus invitados beban más. Por otra parte, se registrará de manera errónea el nivel de alcohol que ha ingerido dando la sensación de que “no fue tanto”. También debes tener precaución de no servir alcohol mezclado con jugos u otro tipo de bebidas azucaradas, ya que el efecto será parecido y se estimulará el consumo.
Interviene amablemente si adviertes que alguien se está excediendo en el consumo, para frenar ese proceso. Mientras más esperes en detener un ciclo de abuso de alcohol más te va a costar intervenir.

Recuerda a los invitados a tu fiesta que el alcohol y la conducción jamás deben ir juntas. Presta atención a que nadie se vaya conduciendo luego de haber bebido, ni nadie se suba a un automóvil donde el conductor haya tenido contacto con alcohol. Es un riesgo innecesario, fácil de evitar, y que salva vidas.
Sepamos que, además del alcohol, el consumo de marihuana es también un riesgo claro para quien conduce.
Las reacciones a los estímulos y los reflejos se retardan. De ahí su alto riesgo para conducir bajo sus efectos.

Subsecretario en Prevención de Adicciones

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