Terapia Familiar: Lenguaje Figurado en Sesión.

Terpia Familiar: ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN EL USO DEL LENGUAJE FIGURADO EN SESIÓN.
(Córdoba. 1991) 

juanenlinea@gmail.com
@juanenlinea
www.juanenlinea.blogspot.com.ar 
Texto presentado en Córdoba. Encuentro Nacional de Terapéutas Familiares. Organizado por IDAIF 1991.

Texto complementario en el Blog: El Desafío Familiar.


“Todo esto habló Jesús por parábolas
a la gente, y sin parábolas o les hablaba,
para que se cumpliese lo dicho por el
profeta cuando dijo:                        

Abriré en parábolas mi boca,         
declararé cosas escondidas            
desde la fundación del mundo.”    

 Mateo 13 : 34-35              


Introducción:

         El presente trabajo consiste en una caracterización por vía de la observación fenomenológica , del Lenguaje Figurado que habitualmente los terapeutas familiares sistémicos,  y de otras escuelas, empleamos en la práctica clínica como recurso terapéutico.


         Es común encontrar en los grandes teóricos y pragmáticos de la terapia familiar sistémica, y de todos los que de alguna manera han contribuido a la formación de este enfoque , la gran importancia que se le da al lenguaje figurado.

         Quizás sean los estudios de Watzlawick sobre el hemisferio cerebral derecho y la práctica de Erickson en el campo terapéutico las que mas han contribuido a nuestro interés sobre este tipo de
Paul Watzlawick
técnicas.   Además también los aportes de ciertas técnicas Guestálticas y del Psicodrama, que son útiles en la Terapia Familiar a la hora de la utilización de esta modalidad de trabajo.

         Cuando hablo de “Lenguaje Figurado”, me refiero a todo aquel tipo de comunicación que para referirse a algo en particular, recurre a figuras literarias de cualquier tipo. Cuando hablamos en “Lenguaje Figurado” podemos decir que hablamos de algo hablando de otra cosa.

         No se trata de explicar aquí cuales son los beneficios que brinda este lenguaje ni tampoco de transmitir “secretos” a tener en cuenta en su uso. En este sentido creemos que el buen empleo de esta rica modalidad tiene mas que ver con el desarrollo de la creatividad del terapeuta y con la experiencia de quien al usa que con recetas que pueden darse al respecto.

         El tema trabajado aquí como dijimos, se refiere a una caracterización por vía fenomenológica (manera de observar), del lenguaje figurado. Así detallamos algunos aspectos obvios de este lenguaje que el terapeuta creemos hará bien en considerar para lograr una mayor eficiencia y eficacia en su uso.

        
Para la construcción de este articulo hemos tomado sobre todo elementos de las investigaciones de Watzlawick, de la epistemología según Maturana, y elementos surgidos de la Hermenéutica Bíblica y los estudios sobre la fenomenología del símbolo, realizados por Sevrino Croatto. También se utilizaron elementos de la lingüística clásica (Saussure), y de Paul Ricoeur y su hermenéutica filosófica.


Definición:

         El uso del Lenguaje Figurado en sesiones familiares tiene varios objetivos. Puede servir para diagnosticar, comunicar sentimientos, realizar operaciones de reestructuración, provocar, y para todo lo que el terapeuta haciendo uso de su creatividad quiera utilizarlo.

         En su empleo se lo puede utilizar una vez, como si fuese una estocada al sistema, o puede contribuir a crear un “clima figurado”, que sea continente de todo lo que sucede en sesión.

         El lenguaje figurado ayuda al sistema terapéutico a manejar un idioma en común, ya que una de sus características es que la
figura puede ser co-construida entre la familia y el terapeuta . En este sentido, acerca, reúne, a todos los integrantes del sistema terapéutico dándoles la oportunidad de participar de un código en común, no propio de expertos, al que todos pueden acceder por igual y de esta manera corregir, transformar o agregar a la figura de ocasión aspectos nuevos.

         Generalmente para referirse a lo que estoy denominando “Lenguaje Figurado”, la literatura sistémica usa la palabra “metáfora”, o “cuento”. En este trabajo se eligió denominar a esta técnica “Lenguaje Figurado”, para poder distinguir en ella el uso de la metáfora, el símil, la metonimia, y la sinécdoque, por un lado; y la parábola y la alegoría por otro.

         Primeramente antes de entrar a decir algo acerca de esa clasificación (cosa que realizaremos en otro trabajo), mencionaremos algunas características propias de este lenguaje, que importan a la hora de la intervención terapéutica, pues el conocimiento de dichas características por parte del terapeuta le dan un campo de maniobra rico en alternativas que pueden ayudarle a evitar entrampamientos en sesión.


Caracterización:

A.      El Lenguaje Figurado es en primer lugar, PONTIFICIAL. Esto significa que hace de puente entre dos realidades, y como todo puente hace contacto entre ambas orillas, entre ambas realidades, solo en algunos puntos. Así, el Lenguaje Figurado tiene un alto
valor epistemológico, ya que si es aceptado en el sistema terapéutico, ayuda a la construcción de una realidad alternativa, que puede ser abordada por todos los integrantes de la sesión.

         Un aspecto interesante de esta realidad alternativa construida por el uso de este lenguaje, es que su materia prima está construida por todas la operaciones de distinción que recortando la realidad en sí, conformaron un territorio compuesto por elementos específicos que hacen al problema definido en sesión. Esto vuelve al “Lenguaje Figurado” específico y certero, y con un alto nivel de aprovechabilidad.

Ejemplo: En una pareja ella acusaba insistentemente a él de todo lo malo que ocurría en la relación conyugal. Él parecía no inmutarse frente a los dichos recurrentes de su esposa, que mas se enfurecía por su pasividad.
Cuando yo era chico, dijo el terapeuta, crecí en un taller donde solía jugar a que peleaban un martillo y un yunque. La pelea consistía en que el martillo debía dejar alguna huella de su golpe en el yunque duro y pasivo. El martillo no lo lograba y eso hacía querer pegarle con mas fuerza al yunque. !Pobre yunque!, exclamó el marido. Y en la sesión se siguió hablando de martillos y de yunques.

Así se había pasado a otra orilla, el nuevo territorio estaba compuesto por el recorte de la interacción conyugal que el terapeuta distinguió. La realidad alternativa construida con la ayuda del Lenguaje Figurado evocaba el problema definiendo sus límites con precisión.


B.      El “Lenguaje Figurado” también es POLISÉMICO. Esto significa que a pesar de que recurre a limitados significantes su significado es múltiple. Esta característica le da al terapeuta un amplio margen de maniobra que le evita quedar entrampado en una sola significación. El resultado es que siendo así uno puede decir y desdecir, afirmar y negar, golpear al sistema y a la vez acariciarlo, y hacer todo esto casi a la misma vez  y con elegancia.

La Polisemia tiene también como corolario que  las fronteras entre de lo denotado y lo connotado tienden a desaparecer, y así la información que se suministra desde este lenguaje es enorme.

Es como si el Lenguaje Figurado abriese en abanico partiendo desde un significante, una extensa variedad de significados posibles que le aparecen al terapeuta como recursos alternativos. La Polisemia tiene la característica también de que sus sentidos alternativos se van limitando a medida que, por ejemplo, la metáfora se va convirtiendo en parábola, o el símil en alegoría. Este dato debería ser tenido en cuenta por el terapeuta a la hora de extender su relato, pues un cuento es más cerrado en su sentido que una metáfora, y una metáfora es mas abierta que un cuento.

A mayor información suministrada mediante el Lenguaje Figurado, menor capacidad de maniobra terapéutica.

Ejemplo: En la ejemplificación anterior se puede echar mano a que a pesar de todo lo disfuncional de la relación, el martillo y el yunque pertenecen  a una misma familia, la de las herramientas de hierro, es decir que están hechas para un mismo lugar: el taller. Se pueden pasa a destacar así aspectos distintos de la pareja mediante el mismo ejemplo.

         El manejo de los aspectos polisémicos de este lenguaje, vuelven dúctil la temática de la sesión a partir de un mismo punto de partida, y siguiendo diversos hijos conductores.


C.      Otra característica de este lenguaje es su aspecto HERMENEUTICO, es decir, su funcionalidad para la interpretación.

Ejemplo: Supongamos que un hijo no quiere obedecer a su padre, y que este se esfuerza en lograr la obediencia del hijo. Utilizar para la interpretación de este caso, una metáfora de una pulseada entre ambos, puede ser útil para devolver a la familia un diagnóstico en términos entendibles.

La dimensión Hermenéutica del Lenguaje Figurado le da a éste, poder diagnóstico. Pero siempre se diagnostica, es decir se traduce al lenguaje (especializado o no) un
a parte de la realidad, una coordinación conductual. Por ello es bueno en este punto tener en cuenta los aspectos hermenéuticos de apertura y cierre de sentido propios de toda interpretación.



Un diagnóstico nunca da la última palabra de lo que sucede, ni capta la totalidad de lo que ocurre, si así fuese diríamos que cierra el sentido del hecho, al decirnos con exactitud qué está pasando aquí. El diagnóstico es por el contrario un imput al sistema, que lo perturba, abriendo el sentido de lo que sucede a través de una interposición (interpretación) que redefine y agrega elementos nuevos al sistema que en sí son provocadores de cambios.

Por ello a veces el diagnóstico es en sí mismo la solución al problema, cuando está codificado en Lenguaje Figurado. También la dimensión Hermenéutica, diagnóstica, dota de sentido al síntoma familiar, y ordena el desorden percibido por la familia.


D.      Una cuarta característica de este lenguaje, lo constituye el hecho de que sea SINTÉTICO. Este aspecto correspondería a lo inverso de lo polisémico. Como sabemos el Lenguaje Figurado corresponde a las funciones del hemisferio cerebral derecho, que tiene la posibilidad de condensar, es decir resumir en imagen o expresión una gran cantidad de información, hechos o ideas.

         También por los estudios en este campo puede decirse que la perspectiva de la realidad, la visión del mundo de la persona se formula desde el hemisferio cerebral derecho. Por ello una de las características de este hemisferio es que puede captar la totalidad y expresarla a través del Lenguaje Figurado. En la totalidad está incluida la polaridad, es decir lo opuestos.



         Así, este lenguaje puede jugar con los opuestos de una forma que si bien no es lógica ni racional, sí es cerebral y vivencial, y por lo tanto convincente, elemento necesario para el cambio. Por ello el empleo de una metáfora por ejemplo puede llevar el tema de una sesión hacia lo deseado por el terapeuta partiendo en apariencia de una metáfora que parecía errada e inoportuna y destinada a entrampar al profesional.

Ejemplo: En una familia había un “Trono Vacante”, se había construido durante la sesión una parábola sobre un reino. La hija mayor sostenía que quien se sentase allí se convertiría en “Rey de la discordia”, pues pensaba, traería muchos problemas a la familia que alguien tuviese mucho poder de decisión. El terapeuta se propuso redefinir lo dicho por esta hija mayor diciendo que si quien estuviese sentado allí era en verdad un “Rey”, y tenía poder para la discordia, también lo debería tener para la concordia, pues al fin y al cabo era un “Rey”.

El aspecto sintético de la figura elegida posibilitó al terapeuta desentramparse rápidamente de la postura de la hermana mayor, y optar por su significación contraria que la misma figura sintetizaba, y que a la vez permitía abrir el camino hacia los objetivos estratégicos de la sesión.

E.      El Lenguaje Figurado es también INTUITIVO, es decir que su contenido no es decodificado por el razonamiento lógico, sino conocido por vía directa, captado en forma total. No puede ser explicado ni racionalizado. Comprometo el sentimiento, la sensación, activa la curiosidad, y además generalmente sorprende.



          Atrapa la atención y contribuye a dar a la sesión un toque “mágico”, además de contribuir a su estética, dato importante porque la belleza es también terapéutica, porque organiza. También por esto de la intuición es que el lenguaje puede ser comprendido por los integrantes de la sesión casi sin importar su edad, transformándose así en un lenguaje colectivo.

Ejemplo: Una familia con un integrante adicto comenzaba a sentir el peligro de la muerte que corría ese miembro, y que anteriormente pasaba desapercibido para la familia. Supongamos, dijo el terapeuta, que están Uds. en una habitación encerrada mientras afuera se libra una guerra. Todos están allí, apoyados de espaldas contra la pared. De repente alguien desde el exterior lanza una granada que ingresa a la habitación por una pequeña ventana. Imagínense esto en cámara lenta por favor. La granada cae en el centro de la habitación. Todos Uds. la miran aterrorizados, sorprendidos, nadie atina a nada. Pero de repente alguien se arrima a la granada, se inclina, la toma con la mano .... y se acerca al la ventana para tirarla afuera.  ¿ En qué momento sienten Uds. mas miedo ?, ¿Cuando están contra la pared sin hacer nada ?, o cuando alguien hace algo para eliminar el peligro?. Cuando alguien hace algo para eliminar el peligro, responde la familia.

         En este ejemplo, se ve como el Lenguaje Figurado es captado intuitivamente. El peligro de la granada en la habitación existió siempre, sin embargo el peligro se sintió cuando alguien hizo algo para eliminarlo. Algo similar sucedía con esa familia con el peligro de la droga. El mensaje fue enviado en forma figurada, se puso en marcha la intuición.

          
F.      Por último, el Lenguaje Figurado tiene PERMANENCIA. Una metáfora dicha al pasar en una sesión , tiende a permanecer en la mente de quienes la recibieron, mas que si se tratase de información codificada lógico-racionalmente.

Cuantas veces olvidamos los nombres de las personas que conocemos, pero que difícil nos resulta olvidar sus apodos, o sobrenombres, si están asociados a una figura o imagen de lo cotidiano.

         Por ello, no hay figuras inofensivas ni que no produzcan reacciones con su impacto. Por el contrario, la figura es información comprimida que permanece de una manera llamativa en los destinatarios. Mas aún si el lenguaje figurado es incorporado a dramatizaciones, a escuchar canciones o melodías, o a otras intervenciones donde las imágenes activen los sistemas representacionales nutridos por los sentidos ya sean kinestésicos, auditivos, visuales, o de otra índole.

         El efecto de Permanencia, logra por ello resultados a largo
plazo, la figura puede quedar “aleteando”, reverberando en el sistema que la recibió y manifestar resultados mucho tiempo después de que fue suministrada. Es como una bomba de tiempo colocada en la valija de un viajante... puede detonar al instante de su colocación, o mas adelante, en otro momento, en otro lugar.

         Por esto la misma imagen puede ser rescatada en sesiones posteriores a su formulación. Hasta hay veces que los terapeutas nos olvidamos de las figuras que utilizamos con nuestros pacientes, y que ellos mismos bastante tiempo después vuelven a revivirlas en sesión, comentándonos los efectos que siguen teniendo en ellos.

Ejemplo: Un paciente oncológico que aparentemente desconocía su diagnóstico comentaba al terapeuta sobre lo buen jinete que era y como domaba los potros en su campo. El terapeuta tomó este tema y la conversación comenzó a girar en torno a lo peligroso de la jineteada, el riesgo de muerte por accidente y la serie de peligros que implicaban las malas caídas de los caballos. Así la conversación fue girando a como la vida a veces es como una jineteada peligrosa y riesgosa, y en fin, lo cerca que a veces está la muerte y lo que esa palabra nos produce.

Bastante tiempo después, ya que estas entrevistas se hacían en un hospital público, el terapeuta volvió a encontrar a este paciente que ya estaba bastante desmejorado y comenzando un tratamiento de quimioterapia. Él ya estaba al tanto de su diagnóstico. En esa entrevista fue él mismo quien evocó la imagen de la vida como una jineteada y de lo importante que para é había sido pensar el problema en esos términos, ahora que debía enfrentar la lucha contra su cáncer.

Conclusiones:

         El uso del Lenguaje Figurado demostró ser una excelente ayuda táctica para el terapeuta familiar. La caracterización anterior nos servirá para nuestro que empleo del mismo se realice con mayor conocimiento de campo.

         Hemos tratado de enfatizar sobre todo que uno de sus mejores valores consiste en que brinda al terapeuta una gran capacidad de maniobra al enfrentarse este a situaciones de entrampamiento, y le da la posibilidad de recortar una trama del tejido familiar para referirse a ella en forma entendible y  la vez impactante, depositando en la familia un mensaje que tiende a permanecer en ella y a probablemente generar efectos muchos tiempo después.

         Creemos que no hay tipo de familia para la cual el uso de este lenguaje esté contraindicado. En las familias rígidas el Lenguaje Figurado debido a su ductilidad puede dar versatilidad a las transacciones.

         En las familias con niños pequeños esta modalidad es
bienvenida porque ayuda a todos a expresarse de una manera común y entendible. También este lenguaje disfraza los mensajes que presentados de manera directa no permitirían el acceso terapéutico a ciertos temas “Tabú”, por lo que “disfrazado”, el terapeuta puede tratar por vía indirecta temas a propósito evitados por la familia, transformándose así en una especie de Caballo de Troya, que entra sin problemas a terreno enemigo.

        
         Además también este lenguaje a pesar de lo indirecto, es concreto y específico por lo que familias con características verbalizadoras podrán ser llevadas a una modalidad de conversación mas concreta y específica.

         Consideramos también que la anterior caracterización es útil en cuanto ayuda al terapeuta a conocer mejor este instrumento terapéutico, pues le da elementos para discriminar los aspectos del lenguaje figurado y de esta manera utilizar esta técnica con mejor conocimiento del terreno, logrando así mayor seguridad en su trabajo.

         Si hacer terapia familiar es algo así como cavar un pozo, nuestro intento ha sido sencillamente reflexionar un poco mas acerca de la pala, de manera que sabiendo como tomarla y en que ángulo enterrarla logremos nuestros objetivos de la mejor forma posible.

                                                                  Lic. Juan Carlos Mansilla
                                                                                     Marzo de 1991.